Durante mi juventud toqué el clarinete y la batería y llegue a montar mi proprio grupo de musica. Estudié marketing digital y diseño gráfico, pero no me convencia lo suficiente. La fotografía siempre me rondaba por la cabeza, así que con 21 años me mudé a Reino Unido y decidí seguir mi instinto. Al principio solo era un hobby, salía en bici a hacer rutas, me llevaba la cámara y hacia fotos de todo. Dedicaba la mayor parte de mi tiempo libre a aprender lo máximo posible sobre el mundo de la fotografía. Y sin verlo venir, comencé a trabajar de fotógrafo en una discoteca y después, todo se aceleró.

​

En tan solo un año fui elegido uno de los 10 mejores fotógrafos de discotecas de Reino Unido, dándome la motivación para dedicarme a esta carrera y centrarme en la fotografía. Desde entonces nunca la he abandonado y me emociona pensar en cómo ha evolucionado mi trayectoria desde aquel primer encuentro con la cámara cuando era un niño hasta convertirme en un apasionado fotógrafo de bodas, comprometido en narrar historias únicas a través de la magia de la fotografía no solo en Madrid, también por todo el mundo.

​

​